Cloudette Sanguinetti

Nombre Completo:
Cloudette Rosella Sanguinetti

Apodos:
Cloud, C.

Edad:
18 años.

Fecha de Nacimiento:
18/03/92

Grupo:
Rebels.

Descripción física:
Cloudette es una chica de 1'68, tez pálida, pelo corto a trasquilones del mismo color que el carbón y los ojos verdes. A menudo los adorna con una abundante sombra de ojos negra y rimel para acentuar la mirada, lo cual la hace parecer un mapache. No suele decorarse los labios ni las mejillas. Su rostro es inexpresivo y a menudo tiende a hacer que los demás malinterpreten sus gestos.
En cuestión de vestimenta, luce ropa de los años setenta u ochenta. Camisetas planas o de grupos de música, pitillos y Converse o botas moteras. No suele llevar muchos colores encima, ella es más bien monocroma.

Spoiler:

Personalidad:
Hedonista y sociópata como ninguna. Cloudette es, en otras palabras, una chica complicada. Inconformista, sarcástica, perversa y sádica como ninguna. No es una anti-social ni mucho menos, pero sí una misántropa. En su vocabulario no existen las palabras fáciles, aunque sí expresiones pasadas de moda de otras generaciones o provenientes de la cultura rockera, punk o internauta. Es reservada y seria, pero siempre tiene una broma aunque sea un tanto macabra u ofensiva para cada ocasión. Ella no se considera una pesimista, sino una "optimista frustrada". No le gusta la multitud, pero ama las fiestas, ya que las considera un buen lugar donde experimentar nuevas sensaciones. Es difícil hacerla desmoronar; nunca se ha sentido mal en su vida. Es una ególatra totalmente diplomática y sin ningún pudor. No tiene una sexualidad concreta; ha estado con chicos y con chicas, pues no le gusta las etiquetas. A pesar de su infinita lista de defectos que la hacen ser, a ojos de cualquier compañía humana, una persona insoportable y detestable, tiene un gran sentido de la justicia y de lealtad. Tiene pocos amigos, pero sabe cómo administrarlos y cómo cuidarlos. Puede que odia a la humanidad en concreto, sí, pero si consigues que le caigas bien, ten por supuesto que te has ganado una buena amiga de por vida.

Gustos:
º La música de todo tipo, siempre que la considere medianamente decente º
º Vodka con Sunny Delight. Aunque sabe que otras personas conocen esta bebida, la considera de su propia creación º
º Todo lo que sea amargo º
º Stanley Kubrick, Oscar Wilde y Kurt Cobain º

Disgustos:
º Música pop º
º Colores chillones º
º La felicidad excesiva º
º El amor º
º Comida italiana º
º Justin Bieber º

[b]Manías:
º Morderse las comisuras del labio inferior de forma intermitente cuando está nerviosa º
º Chasquear la lengua cuando alguien dice algo que desapruebe º
º Carraspear cuando considera que alguien está diciendo una tontería º

Historia
Cloudette no tiene una gran historia. Ni siquiera se puede considerar alguien que sea de esa manera por algún trauma infantil. Nació y se crió en la ciudad italiana de Pádua y estuvo viviendo como su nacionalidad dictaba así hasta los catorce años, quizá por ello haya llegado a aborrecer con toda su alma la comida italiana; no había ningún día en el que no tuviese que tomar algún tipo de pasta o pizza originaria de aquel sitio. Sus padres eran adinerados; Jaume Sanguinetti era dueño de una sucursal de concesionarios de coches de Italia, por lo que estaban totalmente cubiertos económicamente. Sin embargo, cuando Cloudette cumplió catorce años, la empresa de su padre se sumió en una irrevocable bancarrota, por lo que tuvieron que irse a vivir a Estados Unidos con la familia de Lydia Hastings, su mujer. A partir de ahí, hubieron todo el rato broncas y más disputas, hasta llegar al divorcio. Cloudette escuchaba gustosamente las discusiones de sus padres sin ninguna expresión en su rostro, hasta que un día, inexplicablemente, se fueron.
En el décimo sexto cumpleaños de Cloudette, cuando volvió a su casa, se fijó en que nadie de su familia estaba en la casa. Esperó y esperó hasta una semana, pero nunca volvieron. Jamás se pudo explicar el por qué de aquella huída de toda su familia ni en el hecho de que ella no fue invitada a aquella escapada pero, de tosas formas, no le importó. Le sirvió para rehacer su vida. Alquiló una caravana a las afueras de la ciudad y siguió costeándose con el poco dinero que le quedaba en el banco. Un día, descubrió la cuenta corriente de su padre y también el hecho de que su dinero había crecido considerablemente. Le hackeó la cuenta gracias a unos amigos informáticos y se quedó con el dinero de su padre. Desde entonces, vive gustosamente en su caravana y en la habitación en la que se aloja en St. Trinians haciendo su vida como a ella le apetece, sin ningún tipo de obstáculo por medio.